«Robot Dreams» es la historia de amistad entre un perro y un robot, en la línea del mejor Miyazaki, ya forma parte de la historia de nuestro cine tras conseguir una nominación al Oscar a la Mejor Película de Animación. La cinta sigue en cartelera en más de 30 cines, tras su paso por el Festival de Cannes, el Festival de Annecy (donde ganó el Premio a Mejor Película) y tras haber ganado el Premio del Público en el Festival de Sitges.
Esta es la historia de una chica que tuvo que llevar a su perro enfermo a “dormir” al veterinario. Aquella eutanasia le dejó un regusto amargo, y para soltarlo decidió hacer un cómic sobre su amistad. Esta es la historia de un director cabezota como, según el tópico, solo pueden ser los de Bilbao, su ciudad natal, un cineasta que solo ha rodado cuatro largometrajes a sus 59 años. Está basado en el cómic del mismo nombre de Sara Varón. Se trata de la inseparable amistad entre un perro y un robot en el Manhattan, Nueva York de los años 1980.
Inspirada en la novela gráfica homónima de la norteamericana Sara Varon, la película gira en torno a DOG, un perro solitario que vive en Manhattan. Un día decide construirse un robot, un amigo. Su amistad crece, hasta hacerse inseparables, al ritmo del Nueva York de los ochenta. Una noche de verano, Dog con gran pena, se ve obligado a abandonar a ROBOT en la playa. ¿Volverán a encontrarse?
En palabras de Berger, se trata de «una historia sobre la amistad, su importancia y su fragilidad» y también una carta de amor a Nueva York, ciudad donde el cineasta vivió durante una década.